DIVINO
MARIDAJE ENTRE VINO Y ARTE
"EGEO" DE JAVIER COMAS
Mar Egeo, Αἰγεύς,
que recibes tu nombre del noveno rey de Atenas. Padre del héroe Teseo, Θησεύς,
vencedor del Minotauro pero perdedor ante Ariadna, Ἀριάδνη,
virgen encadenada, señora del laberinto, palacio de los intestinos, que lanza a
Teseo el cordón umbilical, el hilo de
oro, para hallar la salida. Nacimiento del héroe griego que se desprende de la
antigua madre primitiva. Egeo-Rey, no soportaste la posible muerte de tu hijo,
y te lanzaste al mar. Velas negras, rojo-sangre, que el artista, Javier Comas,
percibe como un nuevo sol naciente en el azul intenso del mar embravecido…
La
civilización micénica, encrucijada de influencias egipcias y griegas, produjo,
a juicio de Otto Rank en su obra Trauma
del nacimiento, el minotauro de
inspiración egipcia, un cuerpo humano con cuerpo de toro. Ese monstruo deforme
parécese a un “embrión” incapaz de encontrar una salida en la
prisión-laberinto, que sería la cavidad abdominal o “Palacio de los intestinos”,
según la interpretación psicoanalítica. Así pues, se puede invocar la figura de
Teseo, héroe griego, quién, gracias al hilo que le lanza Ariadna (cordón
umbilical), puede hallar la salida al laberinto, desprendiéndose así de la
antigua madre primitiva, dando paso de ese modo la transición de la cultura
matriarcal a la cultura patriarcal griega, puramente masculina.
En
el cuadro de Javier Comas “Egeo” observo claramente un mar embravecido lleno de
intestinos, incluso en la parte inferior y claramente en color rojo, se asoma
el “embrión”-minotauro. Teseo, el héroe griego, parece alcanzar la madurez
gracias a Ariadna, virgen encadenada, pues, al mismo tiempo que se libera de su
“madre primigenia”, también lo hace de su “padre” Egeo, quién al ver que siguen
las velas negras en su barco, en lugar de las velas blancas, que indicarían que
Teseo ha matado al minotauro, se lanza desesperado al mar, obteniendo este así,
su nombre. Las velas negras,-¿rotas?,¿hechas jirones?-, se pueden ver en la
parte superior del cuadro.
Creo
que Javier Comas, como artista y luego yo misma, como espectadora, conectamos
sin saberlo, con el “inconsciente colectivo” junguiano, aquel que dice que
todos tenemos unos arquetipos, en nuestro inconsciente.
Obra artística: Javier Comas Carrasco
Texto: Sílvia Gil Cordero
BIBLIOGRAFÍA
UTILIZADA:
Rank, Otto, El trauma del
nacimiento, 3ª reimpresión en España, Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica,
S.A., 1991. Traducción de Nilda M. Finetti (Versión inglesa, The trauma of birth, publicada por
Routledge & Kegan Paul, Londres. Versión francesa, Le traumatisme de la naissance, publicada por Payot, París. Esta
versión castellana se ha realizado sobre la versión inglesa, y cotejado con la
versión francesa) Páginas 141, 142
Weidner, E.F., Zur Babylonischen Eingeweisdeschau. Zugleich
ein Beitrag zur Geschichte der Labrynths (“Orient, Studien, Fritz Hommel
zum 60. Geburtstag gewidmet”. Vol. I, Leipzig, 1917, pág. 19) (Citado en la obra
de Otto Rank, El trauma del nacimiento)
Webgrafia de Javier Comas:
Acudí al maridaje de la obra de Javier y tu interpretación del Egeo es impresionante, la unión de la leyenda y el arte añaden profundidad a la obra al tiempo que consiguen que llegue más al espectador, logran incluso sumergirle en la oscuridad de las aguas.
ResponEliminaBesos.